A partir del 1 de junio de 2013 entrará en vigor el Real Decreto 235/2013, de 5 de abril, que hace obligatorio disponer de la etiqueta de certificación energética de los inmuebles en proceso de venta o alquiler. Se trata de un Real Decreto resultante de una normativa europea que promueve la información objetiva relacionada con las características energéticas de los edificios, es decir, sobre la eficacia de un inmueble en su consumo energético.
Esta certificación será obligatoria para poder comercializar y publicar en medios de comunicación y portales inmobiliarios edificios, viviendas, locales comerciales y oficinas en régimen de venta o alquiler.
El documento, además, ofrecerá información sobre el consumo energético del inmueble, facilitará opciones de reducciones de gastos y permitirá a los propietarios acceder a subvenciones y líneas de financiación en materia de eficiencia energética.
A partir de la fecha de puesta en funcionamiento de esta normativa, el propietario del inmueble que no haya adquirido esta certificación podrá ser sancionado por la administración. Además, cualquier arrendatario o comprador de un inmueble podrá impugnar el compromiso de compra o alquiler.
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